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¿En qué consiste la subrogación de hipotecas y cuáles son sus ventajas?
Realizar una subrogación de una hipoteca es algo que se hace con frecuencia actualmente. En este post podrás descubrir todo acerca de la subrogación y sus costes.
Después de cerca de seis años en los que el euríbor ha llegado a mínimos históricos, se está viviendo una inflación nada beneficiosa para los hogares que tienen una hipoteca variable contratada. El euríbor a 12 meses, la referencia de casi todos los préstamos, cambió en abril a positivo, haciendo que suban las letras de la hipoteca de manera preocupante. Por esto mismo, la subrogación hipotecaria es una gran opción a considerar en estos momentos. ¿En qué consiste la subrogación hipotecaria? Comúnmente se suele creer que, al contratar una hipoteca, se tiene que realizar el pago total del préstamo a la entidad bancaria con la que la firmas, pero esto no es correcto. De hecho, se puede llevar la hipoteca que se contrata de un banco a otro, o incluso cambiar el titular del préstamo hipotecario. De todas formas, antes de hacer nada tienes que saber que hay ciertas ventajas e inconvenientes que debes conocer. Subrogar, de acuerdo con la RAE, no es más que “sustituir o poner a alguien o algo en lugar de otra persona o cosa”. Teniendo esto en cuenta, la subrogación hipotecaria se puede definir como la operación mediante la que se puede llevar a cabo un cambio en las condiciones de la hipoteca que tengamos contratada para cambiar el titular o el acreedor. Esto se puede hacer en cualquier momento mientras dure la hipoteca, si bien para ello es preciso que lo autorice el titular de la hipoteca y la entidad bancaria antes de hacer ningún cambio. Es decir, ¿puedo cambiar mi hipoteca de entidad? Como ya comentamos, sí, puedes cambiar tu hipoteca de un banco a otro mediante una subrogación acreedora. La subrogación hipotecaria está regulada mediante la Ley 2/1994, de 30 de marzo, acerca de la subrogación y modificación de préstamos hipotecarios. Del mismo modo, ciertas cuestiones en relación con esta subrogación se reglamentan mediante la Ley 5/2019, de 15 de marzo, que normaliza los contratos de crédito inmobiliario. Normalmente, se busca efectuar una subrogación de hipoteca por las siguientes razones:- Optimizar las condiciones generales de la hipoteca.
- Modificar el tipo de interés, bien de fijo a variable o al revés.
- Cambiar el índice de referencia.
- Minimizar o incrementar el plazo de amortización.
- Excluir cláusulas.
- Bajar comisiones.
- Subrogación acreedora: se hace entre dos bancos cuando un cliente quiere cambiar su hipoteca a otro banco.
- Subrogación deudora: se lleva a cabo entre los particulares que hacen la compraventa de una casa que ya está hipotecada. De esta forma, se hace un cambio de titular para que el comprador nuevo se haga cargo de la hipoteca.
- Subrogación promotora: la subrogación al préstamo promotor se parece a la deudora, puesto que implica, al igual que esta, una modificación del deudor. De todos modos, en este caso el comprador se establece como el nuevo titular de la hipoteca que ya ha contratado previamente el promotor con la entidad financiera.
- Ventajas para el antiguo titular:
- Ventajas para el nuevo titular:
- Mejores intereses: por disminución, por cambio de hipoteca variable a fija, o al revés, o por modificar la referencia (de euríbor a IRPH).
- Sin comisión por cancelación.
- Mejor plazo de amortización.
- Sin cláusulas ni vinculaciones.
- Estudiar el mercado y dar con una nueva hipoteca: de esta forma podrás conocer las mejores. Es importante para ello comparar ofertas y negociar con las entidades para dar con la oferta que mejor se adecúe a tus necesidades.
- Visita el banco que ofrece la nueva oferta: de este modo te pueden hacer una oferta que muestre las condiciones de toda la operación y del cambio.
- Comunicar a tu banco la subrogación: cuando hayas aceptado el cambio de hipoteca, es la nueva entidad quien comunica a tu banco actual la modificación.
- Subrogación o novación: cuando reciben oficialmente la noticia del cambio, tu entidad puede aceptarlo o bien ofrecer una contraoferta. Si la aceptas, la subrogación se detiene, y firmarías una novación de tu hipoteca con mejoras.
- Establecer la subrogación: mediante la escritura de la hipoteca ante notario y corriendo con los gastos emitidos.
- Gastos de tramitación: costes de gestoría, notaría o Registro de la Propiedad. Aquí no se encuentran los de tasación, puesto que en las subrogaciones no es común cambiar la hipoteca.
- Comisión de subrogación: en este caso, el coste cubre el pago por los cambios que se efectúan sobre la hipoteca. Si bien el importe a pagar se limita legalmente, puede cambiar dependiendo de, por ejemplo, la fecha en la que se firma la hipoteca, o el tipo de hipoteca, fija o variable.
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